REVISTA DE INGENIERIA DYNA

Palabras clave:

[No Consta]

Tipo de artículo:

ARTICULO DE INVESTIGACION / RESEARCH ARTICLE

Sección:

VARIOS

No cabe duda que en estas últimas décadas los ingenieros nos estamos «erosionando» ante el gran público. Sinceramente, existen motivos para esta realidad, aunque han sido super valorados. Lo positivo es que tomemos conciencia de los mismos, procuremos superarlos y estemos al servicio (como todos los profesionales) de las necesidades de nuestros pueblos ayudándoles técnicamente (en nuestro caso) en su marcha hacia el futuro. La civilización es la victoria de los ideales morales sobre las fuerzas físicas de la naturaleza por la técnica. El problema es la escala mundial. Recientemente, Florman ha publicado en los Estados Unidos un libro. Los placeres existenciales de la ingeniería, que me da píe para una serie de consideraciones sobre las causas de estas realidades. En nuestro tiempo, dice » Samuel C. Florman, el ingeniero ha sido degradado de héroe a víctima propiciatoria. Parece que fue ayer cuando rescataba a trabajadores y amas de casa del trabajo fatigoso, mediante aparatos que les ahorraban tiempo. Diseñó trenes, buques y aeroplanos, que permitieron , a un creciente número de personas, recorrer el mundo. Proporcionó automóviles baratos para efectuar días de campo, paseos a lugares de interés y viajes de fin de semana por la campiña. En 1895, uno de los ingenieros más destacados describía a los hombres de su profesión com «los sacerdotes de una nueva época libre de supersticiones». Los ingenieros eran magos que trajeron fertilidad a las áreas estériles, que construyeron grandiosos puentes y rascacielos, quienes pusieron al hombre en la Luna. Este fue el romance de la ingeniería que, a la larga, terminaría en desilusión.