REVISTA DE INGENIERIA DYNA

Palabras clave:

transporte, mercancias, carretera

Tipo de artículo:

ARTICULO DE INVESTIGACION / RESEARCH ARTICLE

Sección:

VARIOS

El contrato de Transporte por carretera, bajo Derecho español, viene regulado en los siguientes textos legales:
I. Código de Comercio.
II. Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (conocida como 'LOTT').
III. Reglamento de desarrollo de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (usualmente nominado como 'ROTT'.)
IV. Orden de 25 de abril de 1997 sobre Condiciones generales aplicables a los transportes nacionales de mercancías por carretera. Además, cuando el transporte por carretera tenga su origen o destino en otro Estado (perteneciente o no a la Comunidad Europea), habrá de tenerse en cuenta que vendrá en aplicación el Convenio relativo al transporte internacional de mercancías por carretera de 19 de mayo de 1956, modificado por el Protocolo de 5 de julio de 1978 (todo ello conocido como “Convenio C.M.R.”). El 19 de marzo de 2003, ha entrado en vigor la Orden del Ministerio de Fomento de 31 de enero de 2003, al amparo de la cual los transportistas, usuarios del transporte de mercancías y operadores del transporte están obligados a documentar cada uno de los envíos en que se materialicen los contratos de transporte de mercancías por carretera que celebren, en el correspondiente albarán, carta de porte u otra documentación acreditativa, la cual deberá acompañar a las mercancías en su desplazamiento. No obstante, determinados transportes están excluidos de esta obligación (por ejemplo, el transporte de mudanzas, transportes de reparto y recogida de mercancías en régimen de carga fraccionada, etc.). Sin duda es en todo caso aconsejable exigir la expedición y entrega de una carta de porte o de un albarán que documente la entrega de la mercancía al transportista. Dicha carta de porte o albarán constituirá prueba de la existencia de dicho contrato de transporte y, en la mayoría de los supuestos, será el documento que sirva para dilucidar las discrepancias que pudieran surgir con el transportista. De ahí la importancia de que la carta de porte o, en su caso, el albarán, esté correctamente redactado.