DYNA JOURNAL ENGINEERING

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Article type:

EDITORIAL

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OUR STUFF

Nuestra organización industrial se halla en período de reajuste y son de sobra conocidas las dificultades por las que atraviesan varios sectores. Sin pretender atribuir la totalidad de estas dificultades a nuestra organización industrial anterior, ni tampoco a las empresas, ya que influyen muchos factores ajenos a ellas, no cabe duda de que existen defectos susceptibles de acción empresarial, que convendría corregir en el plazo más breve posible. Existen defectos de las propias empresas, defectos de estructura de los sectores y defectos de tipo intersectorial. Muchas empresas están estructuradas de forma antieconómica, no existiendo proporción adecuada entre su dimensión administrativa, comercial, fabricación, técnica y financiera. Este defecto es, sobre todo, apreciable en lo dimensión administrativa, que en empresas consideradas como medias y grandes en nuestro país es desproporcionada con la dimensión de fabricación, con las consecuencias de mayores costes y menor flexibilidad, agravadas por el hecho de que muchas veces la dirección es muy centralizada. La falta de armonía de las dimensiones, susceptible de análisis y de crítica, afecta también a la dimensión del conjunto, que en gran número de casos, y dependiente del tipo de productos que fabrican, sobre todo en las empresas pequeñas, es antieconómico.