DYNA JOURNAL ENGINEERING

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VARIOUS

Es un hecho reconocido que la energía es actualmente un factor esencial para el progreso de la Sociedad humana y el bienestar de la gente. De hecho, el 'International Energy Outlook 2002' (IEO 2002), preparado por la Agencia para la Información de la Energía (EIA), hace una previsión de que la demanda de energía en 2020 crecerá en el entorno del 77% con respecto a la demanda registrada en 1990. Entre todos los tipos de energía utilizables en el presente, la electricidad se confirma como la opción preferida en muchas aplicaciones por numerosas y sólidas razones, cuya enumeración no corresponde hacer aquí. Como confirmación de lo anterior, el documento IEO 2002 citado espera un crecimiento del orden del 112% en el uso de la electricidad en el mismo periodo 1990-2020. En otras palabras, se estima que la demanda de electricidad crecerá a un ritmo 45% superior al de la demanda energética en general. Como consecuencia,la disponibilidad de energíaléctrica es hoy en día una prioridad tanto en cantidad como en calidad. De lo anterior se derivan varias consecuencias importantes. Por una parte, una prioridad de primer nivel es que las redes de transmisión y distribución de energía eléctrica no sólo suministren energía en todo momento, sino también que satisfagan parámetros de calidad constantemente más exigentes. Por otra parte, la operación de la red debe tener el menor impacto posible en el precio final de la energía y, además, deberá garantizar la seguridad de operadores y público en general. Al mismo tiempo, especialmente en las sociedades avanzadas, que, a su vez, son las principales demandantes de energía, se genera una creciente preocupación sobre el medio ambiente. En el ámbito europeo, en particular, esta preocupación social se plasma en un progresivo desarrollo de la legislación para la protección del medio ambiente. Aunque hay muchos otros factores que tienen influencia sobre la calidad y continuidad del suministro eléctrico, el aparellaje instalado en la red juega un papel ciertamente significativo. Satisfacer todos los exigentes (y en algunos casos contrapuestos) requisitos de las modernas redes eléctricas, ha exigido un esfuerzo importante para desarrollar y fabricar un aparellaje más eficiente y fiable. Para lograrlo, se han introducido tecnologías y materiales nuevos, que, en ocasiones, son objeto de sospecha por sus presuntos efectos negativos sobre el medio ambiente y la salud de las personas.